Los vendedores del «Mercado de la Muerte» en Tailandia son rápidos como centellas para montar y desmontar sus tenderetes, ya que deben dejar vía libre al ferrocarril que a diario se abre paso literalmente por encima de su bazar. Todo esta ajustado milimétricamente y sincronizado para que no exista ningún desastre. Los estantes, tablones y toldos rozan el ferrocarril sin que se los lleve por medio. Atención al video porque es impresionante.