A cualquiera le gusta cogerse un pedete de vez en cuando, pero lo malo es cuando tienes a una cámara de televisión apuntando directamente a tu jeta morena. Si es el caso de Diego El Cigala (véanse capítulos anteriores de DRisas.com) o como el del siguiente vídeo de Robert Pattinson, el caso tiene poca disculpa. Básicamente porque si vas a un plató a que te entrevisten en directo y apareces con una cogorza de campeonato, a poca gente podrás echarle la culpa. Ni siquiera al camarero, oye. Haberte pedido una cerveza sin alcohol, chaval.
Distinto es el caso del televisivo Jorge Javier Vázquez, el rey del corazón y tal y Pascual. ¿Que por qué? Pues porque en este caso se trata de poco menos que un atraco a mano armada lo que le hacen al pobre hombre. Pilar Rubio, en sus tiempos de reportera en La Sexta, asalta con el micro a Jorge Javier en plena exaltación etílica en mitad de la calle. Y claro, el hombre en su frenesí no puede reprimir la verborrea ni las ganas de repartir amor y paz por el mundo. Qué graciosos nos ponemos cuando estamos un poco achispados, ¿verdad? Bueno, otros no tanto…
Lo gracioso del asunto es que antes estos vídeos solían pasar más o menos desapercibidos. En plan: «oye, ¿te acuerdas del vídeo aquél en el que Fernando Arrabal la liaba pardísima en directo?» Pero poco más, porque antes no había ningún Youtube que sacara las vergüenzas de nadie veinte años después. ¡Ay, amigos! Cómo ha cambiado Internet las cosas. Ahora deberías guardarte muy mucho de quién te graba, qué dices, con quién bebes y, muy importante, cuánto confías realmente en tus colegas. Porque a las primeras de cambio puedes convertirte en un meme andante, sin comerlo ni beberlo. Y tú no quieres eso, ¿verdad? Pues eso.
De hecho, si el Gobierno quisiera implantar una nueva campaña contra el abuso del alcohol entre los jóvenes, podrían limitarse simplemente a emitir en bucle vídeos como estos, con un eslogan del estilo «No seas como ellos, bebe con responsabilidad». Aunque claro, quizá más de uno haría justo lo contrario para seguir su ejemplo. Qué complicados somos los humanos.
