Con Sacha Baron Cohen no se puede prever nada y esperar que salga todo según lo previsto. Lo único seguro es que probablemente tenga preparada alguna trastada para llamar la atención, porque para este actor es imposible pasar desapercibido. Digamos que los límites entre la realidad y la ficción los traspasa constantemente. Si no, no podría haber hecho películas tan delirantes entre el falso documental y la realidad como Borat o Brüno, entre otras. Esta ha sido su última y sonada aparición, recientemente en una gala de entrega de premios, en la que aparece junto a una inocente anciana en silla de ruedas, que se anuncia como una actriz que de niña participó en una película de Chaplin, e incluso le entrega uno de los bastones usados por el mítico actor en una de sus películas.