Y se hizo un lío ella sola, porque la pregunta era bien directa. Incluso con un sí o un no habría bastado, pero claro, los nervios y esas cosas pues… pasa lo que pasa al final. El caso es que ya no me queda claro si el hombre es el complemento de la mujer o el al revés, o si es todo a la vez salvo lo contrario.
Los concursos de belleza suelen tener esas cosas. Tantas horas de probarse vestidos, maquillarse, ensayar sonrisas delante del espejo, y ¡zasca! Llega la parte de hablar en público y se va todo al garete.