Conocemos sus rostros, sabemos lo que han hecho, pero aún desconocemos lo que les queda por hacernos. Porque la mayoría siguen estando en el cotarro, mal que nos pese. Son los protagonistas de la versión española de Grand Theft Auto, que en esta genial parodia han llamado Grand Theft Democracy. Lo malo es que no es un videojuego de ficción, sino realidad de la buena.