A continuación podréis ver a un firme candidato para participar en lo saltos de invierno de año nuevo, todo un portento de la plasticidad que hace palidecer a pulgas, canguros y a Yago Lamela. Todo elasticidad, todo gallardía, lo de este gato no es de este mundo.
¿Has oído alguna vez aquello de «te mueves menos que un gato de escayola»? Si no pillas la metáfora, aquí tienes una explicación gráfica muy ilustrativa.