Este es uno de esos vídeos que si no consiguen arrancarte una sonrisa es para hacértelo mirar. Mirad qué ricura de niño y cómo lo flipa en colores cuando ve a Supermán volando a 1.000 por hora en la película de El Hombre de Acero. Y es comprensible, ¿quién no querría volar así? ¡Pa’ comérselo!