¿Que no tienes un duro? ¡No te preocupes, chaval! Aún así puedes seguir saliendo de fiesta y pasártelo de escándalo. ¿Que cómo? Pues hombre, con una buena dosis de imaginación, por supuesto. ¿Que te falta un batería para completar a la orquesta? Kein Problem! Mientras tengas un tractor a mano (sabemos que tú tienes uno, no te preocupes), no tendrás nada que temer. Mira si no te lo crees cómo se lo montan los amiguetes del siguiente vídeo. ¡A ver si alguien tiene narices de decir que no tienen marcha tocando! ¡Por lo menos la primera la saben meter!
Y si no tienes tractor, tampoco te preocupes. Hay otras soluciones incluso más baratas para montarte la fiesta a tu bola. Por ejemplo: tener tu propia música sonando dentro de tu cabeza. ¿Qué significa esto? Lo podrás ver pinchando en el siguiente vídeo. Presta atención a los bailes y las miradas extraviadas de estos simpáticos bailarines. Podríamos apostar algo de dinero a que la música que tienen sonando dentro de su cabeza poco o nada tiene que ver con la que está saliendo del equipo de sonido en este escenario. ¿Y qué más da? Mira qué caritas de felicidad, qué espíritu New Age rezumando de cada poro de su piel… Eso sí que son buenos hongos, y no los de Super Mario, ¿verdad?
https://www.youtube.com/watch?v=FWfzLjqHoII
Sea cual sea tu elección, recuerda la moraleja de los Power Rangers (porque no había capítulo que no acabara sin ella): haz lo que quieras con tu body serrano, siempre que no fastidides al prójimo. Como si te pones a hacer el pino puente en mitad de la calle y en pelota picada mientras recitas la alineación de Italia en la final del Mundial de España 82. Es una lección tan aplicable al día a día, ¿verdad? Pues practiquémosla, niños y niñas, practiquémosla. Con hongos o sin ellos, pero con una sonrisa de happy meal en nuestros rubicundos rostros.
Por cierto, este texto delirante no se ha escrito bajo el efecto de casi ninguna droga, o eso afirma la vocecita incesante que no deja de hablarle al autor, y que de vez en cuando le susurra «mata, mata».
