Uno de los clásicos de clásicos. El «best cry ever» de este programa de telerrealidad americano ha sido versionado, homenajeado y parodiado cientos de veces hasta convertirse en otro meme más de los que pueblan Internet. Pero el original, el auténtico y only one, es éste.
Sí, los seres humanos somos así. Convertimos un tierno y emotivo momento de reencuentro entre un padre arrepentido y su hijo en cosa de chanza. Pero en el fondo es sin maldad, que conste en acta.