La cosa va hoy de bromas, cámaras ocultas y de «trolleadas», pero no de unas cualquiera, sino de trolleadas épicas. De esas que no se preparan en cinco minutos, sino que requieren planificación a varias bandas, puesta en escena, ensayo general el día de antes y moraleja final para justificar la jugarreta a la víctima. La historia va de lo siguiente: el protagonista de esta historia ha tenido un accidente a causa del alcohol que ha podido tener consecuencias muy graves, aunque por suerte ha quedado en un mero susto. ¿Y qué hacen sus amigos para darle un buen susto y hacer que escarmiente? Pues ni cortos ni perezosos, le hacen creer que ha estado en coma durante varios años, y para ello incluso se disfrazan de doctores y realizan un informativo de televisión con noticias falsas del futuro, a cada cual más estrambótica.
Sin duda, una broma con buenas intenciones que merece la pena ver por sus cómicos resultados.
Y ya que hablamos de trolear al adversario, aquí os dejamos una pequeña broma casera que puede hacer las delicias del respetable en cualquier fiesta de fin de curso o despedida de soltero. Solo necesitas un poco de Nutella (mejor que la Nocilla, por su textura particular) y alguien que te pueda prestar algo de papel higiénico al otro lado de la puerta. Eso sí, antes de que la pongáis en práctica, una recomendación o briconsejo para jóvenes boy scouts: no gastéis esta broma si no estáis seguros de poder batir en combate cuerpo a cuerpo a quien se le hagáis, no vaya a ser que se lo tome de mala manera. O eso, o al menos aseguraos de tener una vía de escape en caso de tener que poner pies en polvorosa. Por si las moscas.
¿Cómo habría que calificar este subgénero cómico? ¿Es humor negro o simplemente humor marrón? ¿A qué huelen las nubes cuando te quedas sin papel en el wáter? Arduas dudas existenciales que nos asaltan a estas horas de la mañana, ahora que nos llega el olor del puchero desde la cocina y se nos abre el apetito.
